Archivo por meses: enero 2015

«Panchito» y el efecto AMLO

El predio “El Encino” fue expropiado en el año 2000 por la entonces jefa de Gobierno interina del Distrito Federal, Rosario Robles, con la intención de abrir una vialidad para dar continuación a las avenidas Vasco de Quiroga y Carlos Graef Fernández la Ciudad de México.

Esta acción derivó en un litigio con la empresa Promotora Internacional Santa Fe en el año 2005, lo que provocó el desafuero de Andrés Manuel López Obrador quien en este entonces, ya estaba al frente del gobierno de la capital del país[1].

El litigio se politizó, ya que siendo Presidente Vicente Fox y en la antesala de las elecciones presidenciales del 2006, AMLO no podría competir como candidato presidencial al tener que enfrentar un proceso judicial en su contra.

AMLO, vivo como es, se victimizó y utilizó el hecho a su favor. Resultado: un incremento en su popularidad y eventualmente, su registro como candidato del PRD por la presidencia. Aunque no ganó esas elecciones (ni las siguientes…), AMLO empezó un proyecto que ahora es hasta un partido político (ya saben, esas cosas que él criticaba).

Pero el tema es otro: el Congreso de Baja California busca por segunda ocasión fincarle responsabilidades legales al ex Alcalde emanado del PRI, Francisco Pérez Tejada Padilla, quien a su vez, busca la Diputación Federal por el Distrito 07 en Baja California.

Francisco Pérez Tejada Padilla, mejor conocido como “Panchito” por la opinión pública, supuestamente utilizó los recursos de las cuotas sindicales de los burócratas (etiquetadas para pagar al ISSSTECALI, su seguridad social), en el gasto corriente del XX Ayuntamiento, es decir, en vez de pagar los servicios médicos, jubilaciones, préstamos para créditos, etc. de los trabajadores sindicalizados, agarró la lana para otros fines.

Hace unos meses, el Congreso de Baja California, promovió un juicio político en contra del ex Edil cachanilla, situación que no prosperó debido al cabildeo de algunos diputados, quienes votaron en contra de que se le juzgara legalmente por dicha acción. Primer round: ganó Panchito.

En estos días, se ha promovido un segundo intento de juicio político en contra de “Panchito”, quien a su vez, es hermano David Pérez Tejada Padilla, Diputado Federal, por el mismo distrito que el ex Alcalde busca representar (y quien valga decir, parece tener más elementos para ser buen político que su carnal).

El caso, es que estamos ante la antesala de una super-novela política, en la que pueden pasar dos cosas: una, que “Panchito” sea juzgado políticamente y que de ser declarado culpable, tenga que pagar las consecuencias de su grave error (vaya, hasta él ha aceptado que se equivocó, justificando la medida de tomar las cuotas sindicales, pues “no había dinero para trabajar en el XX Ayuntamiento” –cosa que también es verdad, la alcaldía vive de préstamos- situación que no justifica la aberrante acción).

La otra cosa que puede pasar, y es aquí dónde les pido prestar atención, es que “Panchito” gane este segundo round, y que lejos de debilitarse, se fortalezca al estilo AMLO con el asunto de “El Encino”.

“Panchito” es considerado por muchos ciudadanos y analistas políticos como el peor Alcalde que ha tenido Mexicali: en su trienio se ejecutó poca obra, el XX Ayuntamiento se super-ultra-requete-archi endeudó, los índices de inseguridad pública se elevaron exponencialmente, siendo el robo el tema del día entre los vecinos mexicalenses, y bueno, de lo de las cuotas ya mejor no seguimos hablando.

Sin embargo, con todo y eso, realizó una obra estratégica en la zona poniente de Mexicali (zona históricamente olvidada por todas las autoridades gubernamentales, y si no me creen, vayan al Fraccionamiento Valle de las Misiones), el “Polideportivo”, que además de ser una obra atinada y necesaria, atiende a una gran población de la zona, mucha de la cual, seguramente votaría por él en caso de librar las acusaciones en su contra.

Por cierto, el “Polideportivo” se encuentra en el Distrito 07, el mismo por el que busca ser Diputado. De esas casualidades de la vida.

Además, “Panchito” podría ser malísimo como político, pero siempre tuvo el carisma y la sensibilidad de darse baños de pueblo y estar cerca de la gente. Es siempre recordado por tomarse fotos con todo aquel que se lo pidiera y siempre mostrar esa sonrisa de “selfie” que lo caracterizó.

Vaya, el bato tenía “feeling” con la raza.

Desgraciadamente, esa “raza” es pobre e ignorante (lo digo sin ser peyorativo), ya que en una zona tan humilde, la mayor parte de la ciudadanía no tiene educación formal ni elementos que les permitan entender todo lo que hizo mal ese Alcalde: para ellos el bato es buena onda y por supuesto que tendrán su voto en caso de ser su candidato.

Inclusive, se sentirían tristes y pensarán que es una injusticia el que lo quieran juzgar (efecto AMLO 100%).

Tenemos que entender que su hermano es el actual Diputado por ese Distrito 07 y que él si está trabajando bien, además de que dicen, cuenta con el apoyo del Presidente Peña Nieto, pues supuestamente son cercanos. En temporada electoral, seguramente van a fluir los apoyos sociales y pues que bueno por esa raza, que la neta, está olvidada hasta por Dios.

Además, tenemos que entender que el gremio que ahora lo busca juzgar, el Sindicato de Burócratas, no es precisamente el más querido por la población: la ciudadanía en general denosta a los burócratas por supuestamente ser flojos, trabajar poco, ganar mucho y tratar mal a la población en las ventanillas de atención al público del municipio (esa es la visión de la ciudadanía amigos burócratas, no se enojen conmigo).

Ojo: “Panchito” está ante la bifurcación de dos caminos, uno puede ser el enfrentar un juicio político con todas las consecuencias legales que eso implica (cárcel podría ser), o el otro, salir como un mártir ante el electorado del Distrito 07 y legitimarse con todo el apoyo que su hermano y el sistema federal pueda brindarle (el efecto AMLO, puesn!).

Dos noticias: una buena y una mala

¿Cuál quieren primero?, la mala, ok.

La mala es que Jaime Díaz es el Alcalde de Mexicali y muchas de sus actitudes personales han generado inconformidad en su equipo de trabajo (muchos de los cuales han renunciado) mostrando una inestabilidad en una administración ya de por si endeble.

¿La buena?

Que Jaime Díaz es el Alcalde de Mexicali y que nuevamente se empieza a ver que hay vialidades dignas, que los recursos del XXI Ayuntamiento se manejan con responsabilidad y que, a regañadientes, pero si cumple con lo que la Suprema Corte de la Nación le obliga a cumplir: cultura de la legalidad a la fuerza.

[1] http://www.jornada.unam.mx/2014/06/23/capital/030n2cap

Presentimientos

He pensado mucho como compartir esto; no son la clase de cosas sobre las que suela escribir, sobre todo porque de algún u otro modo mi formación profesional me hace buscar a casi todas las cosas una explicación racional o científica. Y quizás, esta situación también tiene su explicación lógica. Vamos a ver.

Corría el año 2010, era el mes de abril, día 3, sábado. Recuerdo que tembló en dos ocasiones ese sábado, temblores pequeños pero perceptibles. Incluso recuerdo que nuestra mascota “Frida” (una perrita raza “Mini toy” blanca) se puso algo inquieta, así que yo la tranquilicé.

Yo no estaba asustado, pues en Mexicali es normal que haya pequeños temblores casi a diario. Inclusive, toda la semana anterior al sábado, estuvo temblando un poco algunos días. Eran las vacaciones de Semana Santa, así que no pensaba que unos “temblorcillos” las arruinarían.

Tan es así, que ese sábado en la noche salí con la que era mi novia en el aquel momento y me puse una buena peda (la última de las vacaciones, pensé). Luego llegó el domingo 4 de abril del año 2010. Me levanté tarde y me levanté crudo.

Recuerdo que me puse en contacto con la que era mi novia (la llamaré Srita X para fines prácticos) y pues como casi todos los domingos, nos pusimos de acuerdo para ir a comer juntos. Eran quizás las 12 del mediodía. Quedamos de vernos más tarde. Pasaría por ella a las 4 pm, así que me relajé pues tenía tiempo y me puse a ver la T.V.

Afuera de mi departamento, un albañil de nombre Hilario trabajaba no sé en que cosa. Mi madre, estaba en la cocina como siempre, concentrada en la preparación de la comida. A eso de las 3:30 pm de la tarde, decidí que era el tiempo exacto para meterme a bañar y alcanzar a pasar por la Srita X.

Arreglé mi ropa limpia para cuando saliera del baño cambiarme rápido. Llevé al baño una toalla limpia y me quité la ropa para meterme a la regadera, pero de pronto, y sin motivo alguno, recordé los temblores de la semana pasada. Recordé también los dos pequeños temblores del sábado anterior.

Pensé “le tengo que decir a mi Mamá que esté pendiente, pues ha estado temblando y es mejor que esté preparada para lo que pueda pasar”, nunca me hubiera perdonado no habérselo dicho, se lo tenía que decir. Así que me puse mi ropa nuevamente y fui hasta la cocina, donde mi madre preparaba comida.

Ahí estaba ella, quien me dijo:

-“Mijo, siéntate a comer, invité a Hilario (el Albañil), hay suficiente para todos”,

Le dije:

-“Gracias Mamá, pero voy a ir comer comida china con la Srita X… …oye Mamá, te quiero comentar que toda la semana ha estado temblando, inclusive tembló ayer dos veces, cuando eso pasa, es que a veces viene un temblor fuerte… …para que estés pendiente…”- Sostuve

-“Si lo sentí”- dijo mi Madre

-“Yo también los sentí”- intervino Hilario, el Albañil.

-“Bueno, hay que estar pendientes, buen provecho”- dije finalmente y me fui al baño.

No pasaron ni 5 minutos de que me volví a encuerar y me metí a la regadera.

Eran las 3:40 pm cuando me empecé a mojar con el agua y a enjabonarme, cuando de pronto… un zumbido, que fue creciendo de intensidad.

“Otra vez otro puto temblor” (pensé), pero esta vez no paró. Por el contrario, subió de intensidad hasta sacudir todo el baño.

Escuché a mi Madre gritar desesperada “¡Está temblando Chuy!”.

¡Y si que estaba temblando, como nunca en mis 30 años de existencia lo había sentido!, así que agarre la toalla, me la puse en la cintura y ¡chingue a su madre! me salí como pude (resbalándome, pues estaba mojado y enjabonado) y rápidamente busqué un lugar seguro afuera de los departamentos donde vivo.

Para esto, todos los vecinos estaban afuera gritando despavoridos, mientras yo trataba de mantener la calma, pues sabía que si yo me paniqueaba, haría que mi Madre y mis vecinas se pusieran peor de lo que ya estaban…

Les decía “Tranquilas, tranquilas, acá afuera estamos seguros…” y escuchaba como crujía el concreto de los departamentos mientras la tierra nos mecía como si fuéramos una cuna de bebé.

De repente, una sacudida casi nos tira a todos.

Gritos, miedo, confusión.

Después de casi 30 segundos, que a mi me parecieron una eternidad, el temblor paró.

La gente afuera empezó a decir:

-¡Ya paró, ya paró!.

Con todo el valor que un hombre puede tener, me metí al depa, mientras mi Madre me decía:

-¡Chuy que haces, ten cuidado no te metas todavía!

-¡Mamá estoy bichi!- Le respondí, pues solo me cubría con la toalla y me sentía ridículo en esa situación, así que haciendo acopio de valor entré por un pantalón que estaba en la ropa sucia, y así, directo sin calzones me lo puse y en chinga me salí.

El miedo no anda burro.

Yo en mi inocencia creía que todavía iba a ir a comer con la Srita X a la comida china, pero la realidad es que Mexicali era el caos: no había luz, no había líneas telefónicas, los celulares estaban bloqueados, las calles estaban sin semáforos, cientos de negocios estaban con las ventanas rotas, las fachadas caídas; en el cielo se observaban humaredas por incendios provocados por el temblor, pues muchas tuberías de gas viejas colapsaron por el sismo.

No era para menos: fue un temblor de 7.2 grados en la escala Richter (sólo para que se den una idea, el temblor que se vivió en Haití el mes de enero de ese 2010, fue de 7.0 grados y murieron más de 300, 000 personas). En Mexicali solo murieron 4 personas. Una de ellas porque salió corriendo de miedo y fue atropellada por un carro en la calle.

La diferencia fue que los códigos de construcción en Mexicali requieren cimentación y construcción adecuada a una zona sísmica. En Haití eso no existía. Lo demás es historia: Mexicali se colapsó un tiempo, pero gracias al trabajo de su gente se puso de pie con el paso de los meses y la vida tomó su curso poco a poco.

EPÍLOGO

¿Cómo pude presentir el temblor?, ¿fue casualidad?, ¿fue quizás que algún químico que la tierra emana antes del temblor me alertó y yo inconscientemente me percaté?

Para mi, lo más impresionante de esta situación, tiene que ver con esa necesidad apremiante de advertirle a mi Mamá lo que podía pasar. Se lo pude haber dicho en la noche, o al siguiente día, pero no podía esperar, tanto así que dejé todo lo que estaba haciendo para comunicarle mi sentir en ese preciso momento.

Ojalá que esta entrada de blog que comparto llegue a alguien que haya vivido algo relacionado a lo que yo viví, pues sería muy interesante conocer otras experiencias similares y encontrar la respuesta real a esta situación que aún hoy, me intriga.

Cabe mencionar que tengo a los dos testigos (mi Madre, Martha Medina y el Albañil, Hilario) a quienes 5 minutos antes del temblor advertí que tuvieran cuidado.

No cabe duda que hay cosas que siente el corazón, que el cerebro no puede explicar.

Es cuanto.

Lo que Baja California le pide a EPN

  • Dicen que el “infierno está lleno de buenas intenciones”, sin embargo, creo que el Presidente Peña está muy mal informado por sus asesores, respecto de lo que la zona económica de Baja California requiere realmente para prosperar.

El día domingo 4 de enero del 2015, el Pdte. Enrique Peña Nieto transmitió un mensaje a la Nación en el cuál informaba sobre las medidas que en materia de economía aplicará Seguir leyendo Lo que Baja California le pide a EPN