El podcast de «Chuy Ramos»

te invito a conocer mi mente a través de mi voz

Traición no consumada

«Que viva la Baja California justa para los bajacalifornianos justos»
Mtro. Jesús Ramos Medina

Desde un inicio, lo que intentaron hacer era ilegal.
Fue un plan, a todas luces y de todas las formas descarado de modificar la ley a su beneficio.
Un volado amañado y sucio que ellos decidieron tirar: de todas las fuerzas políticas, de todos los partidos, no les importó que los ciudadanos hubiéramos tomado una decisión popular legítima de concederle dos años de poder al ganador de las elecciones para que tuviera el honor de gobernarnos.
Pero ellos quisieron darle tres años más de tiempo a su mandato, así nomás, sin cuestionar a la ciudadanía, a los votantes, a los pilares de la democracia electoral.
Osaban exceder de 2 a 5 años el tiempo de poder que decidimos darles, traicionando nuestra confianza, nuestro apoyo, nuestra ley. Se comenta que ellos hicieron un trato a nuestras espaldas para obtener dinero para su enriquecimiento personal. No me consta, pero no lo dudo.
Quisieron traicionar el voto que todos los ciudadanos les dimos, para proteger sus intereses particulares por encima de los intereses de los ciudadanos de Baja California.
Esa moneda en el aire duró varios meses, en el azar de conocer la interpretación de la justicia, máximo poder de la Nación que con toda su fuerza y todo su vigor ha declarado inconstitucional, y fuera de la ley, su amañado y legaloide movimiento.
Hoy cada quien tiene lo que le toca, hoy la razón la tiene y siempre la tuvo la ley escrita, nuestra Constitución.
Ellos quisieron reescribir la ley a su beneficio. Retorcerla.
No nos dejamos y no nos íbamos a dejar.
Los ciudadanos de Baja California conocemos lo que si es y lo que no es la democracia.
No nos iban a hacer tontos, hubiéramos luchado por nuestro derecho a votar por elegir por un tiempo determinado a nuestros gobernantes, hubiéramos cuidado nuestra democracia y hubiéramos llegado hasta donde se hubiera tenido que llegar para proteger nuestro estado de derecho.
Sin embargo, hoy la ley nos protegió y nos dio la razón.
Ahora queda cuestionarse:
¿Cuántos más van a tratar de violar la ley?
¿A cuántos más les vamos a permitir que nos quieran engañar?
¿Por qué dejamos que ellos decidan a nuestras espaldas y por sus intereses particulares nuestro futuro?
Es cuanto.

EPÍLOGO
En ese momento dije que la historia escribiría sobre sus actos desde el poder, y hoy la historia ya tiene un veredicto con que escribirse: es ilegal lo que querían hacer y es un fraude en contra del pueblo bajacaliforniano.
No nos pudieron traicionar, merecen ser juzgados políticamente por mancillar la confianza del pueblo de Baja California que en mala hora los eligió.